Normalmente, en Occidente, existe tendencia a considerar al Taoísmo chino como una especie de filosofía bucólica, poética y algo cursi donde todo es bello, armónico e intuitivo, relacionado con alguna suerte de chamanismo idealizado que une al "taoísta" con la Naturaleza, de algún modo especialmente místico.
En algunos casos esto puede ser así (sin duda así es en algunos pasajes de Zhuangzi, en las teorías de Yang Zhu y en algún capítulo de Liezi). Pero si algo especial tiene el Taoísmo es su afán por estudiar meticulosamente, con rigor científico, los fenómenos espirituales que son comunes a toda la Humanidad, y ha desarrollado durante milenios, a partir de pruebas y experimentos, diferentes tipos de tecnologías que introducen una línea de trabajo que prepara al estudiante para observar cuidadosamente el entorno, las relaciones, el medio ambiente natural, etc..
Una de estas tecnologías, altamente eficaz, es la llamada WU SHU, que podemos traducir como "Cinco Artes", "Cinco Técnicas" (no confundir con la palabra WU SHU"Arte Marcial").
La primera noticia que tuvimos sobre este interesante concepto fue durante unas lecciones del prestigioso especialista en Medicina Tradicional China, el Dr. Hailiang Saebe, quien, en unas clases magistrales impartidas en Barcelona, apuntó las características básicas del método. Más adelante, hemos podido conocer más profundamente las técnicas del Taoísmo y hemos podido recopilar más información sobre el tema.
Por motivos de espacio (y, si se nos permite la broma, por "seguridad" y para que no caiga en "malas manos"), no entraremos en detalles concretos de cada una de las WU SHU, pero sí daremos los trazos principales de las cinco tecnologías:
1- MING: La palabra Ming significa Vida o Destino. El cálculo de Ming proporciona un conocimiento esencial de las potencialidades de cada persona, sus puntos fuertes, sus debilidades, etc. De todo ello se extrae la información necesaria para conocer detalles de la personalidad que podrán ser muy útiles en las relaciones con los demás, los momentos energéticos más fuertes o las mejores épocas del año para emprender acciones de cualquier tipo: los biorritmos, en definitiva, que marcan mareas bioenergéticas que nos afectan de diferentes maneras en momentos distintos. Para obtener esta información se recurre, esencialmente a la Astronumerología China, (Xing xiang shu lou) basada en los llamados Cuatro Pilares (Si zhu), o en los Ocho Caracteres (Ba zi), utilizados para confeccionar cartas de nacimiento (Ming Pan). Se tiene en cuenta la relación armoniosa con otros signos del horóscopo chino (los famosos "animales"), la proporción entre los Cinco Elementos, las Seis Armonías, etc. Los pronósticos así generados pueden aplicarse tanto a una persona como a una familia, un objeto o un país. Otra importante rama de estudio es Fengshui (Vientos y Agua, un estilo de geomancia, también llamada Kan Yu) de la que todo el mundo habla en Occidente, pero que cada vez se ve más desterrada de sus raíces filosóficas, confundiéndose con la geobiología de corte occidental, con un Fengshui "instintivo"(que no es más que decoración de interiores "new age"), con la muy respetable técnica (aunque diferente) de los zahoríes, o con otros conceptos erróneos. El auténtico Fengshui da mucha más importancia a la correcta orientación de las tumbas (Yin tuo), que a las viviendas de los vivos (Yang tuo). Mediante complejísimos cálculos basados esencialmente en el uso del Luo Pan (Bandeja-red, o "brújula del geomante"), la ubicación de las 8 Puertas, las 20 Montañas, etc., se espera que la energía fluya con menos impedimentos en el interior de una construcción arquitectónica. Las escuelas famosas en Occidente (la Estrella Voladora, los Brujos Negros, la Escuela de la Brújula, el Templo de los Ancestros) tienen visiones parciales del tema (y algunas de ellas son puro marketing) y en el Fengshui Taoísta se busca una unión de los distintos acercamientos, así como una mayor utilización de la percepción energética (movimientos de Qigong para captar las zonas Yin o Yang de una casa, el uso de animales –perros y gatos- para el mismo propósito, etc.)
2- BU: Esta antigua palabra significa Adivinación o Pronóstico del Porvenir. El ideograma simboliza las grietas que aparecen en un hueso de vaca ritual que los antiguos adivinos sometían al fuego para interpretar las formas de sus resquebrajaduras. La pronunciación del ideograma representa el sonido del estallido del hueso al contacto con un fuego intenso. Los métodos de pronóstico del futuro tienen una milenaria tradición en China, y el exponente más importante es el YI JING (Libro de los Cambios, más conocido en occidente como I-Ching o Yi-King). En éste método, se manipulan 49 varillas de milenrama o se lanzan tres monedas para establecer unos signos (Bagua u Ocho Trigramas), que proporcionan información sobre 64 posibles mutaciones de una situación dada, otorgando una lectura precisa de la probable evolución de un acontecimiento. Sin embargo, hay otros muchos métodos usados por los taoístas para vaticinar hechos futuros. Algunos de estos sistemas son la adivinación Meihua (Flor de Ciruelo), que utiliza las figuras del Yijing, pero sin recurrir a varillas o a cualquier otro tipo de material, siendo un estilo intuitivo de pronóstico. Qimen dunjia (Signos Escondidos en la Puerta Extraña) es otro método igualmente poderoso; Taiyi Shenshu (Numerología Mágica de la Gran Unidad), Wuxing Yi (Cambios de los Cinco Elementos) son otros sistemas prácticamente desconocidos, pero muy interesantes. La mayoría de estos métodos reposan sobre las bases de los 10 troncos y las 12 ramas, los 8 trigramas, los 9 palacios, y otros modelos tradicionales. Otros sistemas de adivinación son la interpretación de sueños (Zhan meng), los huesos rúnicos (Gu chi), la interpretación de las lluvias (Yü zhan), la adivinación con monedas (Zheng qian) y otros mucho menos conocidos y más esotéricos.
3- YI: Medicina. A lo largo de toda la historia de la medicina tradicional china, hallamos continuamente médicos famosos que han sido taoístas. El ejemplo más famoso es sin duda, el doctor Huatuo, (103-203 d.C.), que vivió 100 años y aportó grandes avances médicos, incluyendo el Wuqinxi (Representación Teatral al Estilo de Cinco Animales), un tipo de Qigong muy completo que aún actualmente es ampliamente practicado. Pero hay otros casos igualmente célebres, como el de Sun Simao, (581-682 d.C.), otro médico que llegó a vivir 101 años, y que sentó las bases de Liuzijue (Práctica Secreta de los Seis Sonidos), un Qigong especial para dispersar el exceso energético en diferentes órganos. Li Gao (Li Dongyuan, 1180-1251), que escribió un famoso texto médico, y creó la fórmula de fitoterapia Long Dan Xie Gan Wan (Píldora de Genciana para dispersar el calor en el hígado), actualmente muy admirada y usada por especialistas en medicina china de todo el mundo. Otros muchos ejemplos podrían citarse, pero los nombrados sirven como muestra. En la práctica taoísta, la medicina cumple el importante papel de eliminar o prevenir enfermedades que puedan representar un obstáculo en el estudio del Camino, y es un conocimiento que puede aplicarse a los demás, convirtiéndose en una herramienta de gran ayuda. La medicina taoísta se compone de cinco áreas específicas que deben estudiarse en su conjunto para alcanzar un nivel alto, a saber:
1- Acupuntura (inserción de finas agujas en puntos muy precisos del cuerpo);
2- Moxibustión (calentamiento o cauterización de zonas o puntos con conos o rollos de hierbas medicinales);
3- Farmacología (Aplicación de materias medicinales –plantas, minerales o sustancias de origen animal);
4- Tuina (Masajes, digitopuntura, osteopatía);
5- Qigong (Conducción de energía, estimulación del cuerpo, control de la respiración y desarrollo de la concentración mental).
Existen también, otros sistemas particulares como son la imposición de manos con fines de sanación, la dietoterapia tradicional, la confección de talismanes "activados" energéticamente, y otras técnicas que permanecen relativamente secretas dentro de las comunidades taoístas.
4- XIANG: Fisiognomía. Ésta técnica basada en concepciones biometafísicas tradicionales trata de cómo "leer" el cuerpo: lectura del rostro (mian xiang), o interpretación de los signos de la mano (shou xiang, quiromancia). Se tienen en cuenta particularidades del rostro (forma de la nariz, espesor de las cejas, posición y forma de pecas o lunares, morfología de las manos, etc.). Todos estos datos se observan en un contexto, y, lejos de ser un mero juego circense, se convierten en una sucesión de pautas que revelan mucho sobre la historia personal de cada cual. Los taoístas también tienen en cuenta otros detalles más sutiles como la manera de andar, la forma y la proporción de la columna vertebral, diferentes señales en la piel o "signos" energéticos que pueden ser intuidos sólo por personas de gran evolución interior. La división esencial es la que clasifica las personas en cinco tipologías basadas en los Cinco Elementos: personas madera; fuego; tierra; metal y agua. Otras divisiones más complejas dividen el rostro en doce partes: vida; riqueza; hermanos; posesiones; hijos; ayudantes; cónyuge; infortunios; movimiento; profesión; bendición y generalidades. Xiang, en definitiva, estudia las correspondencias entre diferentes marcas de la personalidad que revelan datos sobre la verdad interior que muchas veces preferimos ocultar. Muchos de los grandes maestros tradicionales del boxeo chino eran expertos en la fisiognomía de los caballos.
5- XIAN: Camino del Inmortal, del Mago. Esta es una compleja vía estrechamente relacionada con la Alquimia. Los antiguos taoístas buscaban una manera de "parar el mundo", de "congelar el tiempo" y regresar a un estado de plenitud energética alejado del deterioro inevitable de la vida humana. Para ello crearon diferentes métodos destinados a recuperar la energía original (llamada "innata" o "prenatal"), mediante potentes técnicas alquímicas reunidas bajo el nombre de DAN (Elixir, palabra que en su origen designaba el color rojo del cinabrio o sulfato de mercurio, mineral muy importante dentro de la alquimia). Todo aquel que reconstituía su energía vital original era llamado "Autorrealizado", Mago o Inmortal. La Vía Alquímica tiene tres vertientes:
a- TIAN DAN Elixir del Cielo. Aquí el adepto desea recibir energía directamente del Universo. Para ello, recurre a técnicas especiales de meditación, de circulación de energía (Xiao Zhou Tian "Pequeña Revolución Celeste", conocida, muy acertadamente en Occidente, como "Órbita Microcósmica"), y técnicas de respiración especiales, que son diferentes según el momento energético (wenhuo –fuego civil "suave"; o wuhuo – fuego marcial "fuerte"). Muchos estilos de Qigong practicados actualmente son derivaciones de los métodos taoístas de alquimia con el Cielo.
b- REN DAN Alquimia con otra persona. Aquí hablamos del "Yoga sexual", un nombre desafortunado que crea una impresión equivocada en muchos curiosos occidentales (y orientales). No se trata de ser un "hombre multiorgásmico", sino de entender que la relación sexual representa un momento energético muy especial, en donde Yin (la mujer) y Yang (el hombre) unen sus polaridades para crear un polo energético completo (Taiji). Siendo el semen una sustancia capaz de generar vida (es decir, un nuevo ser energético) se pide al adepto que no lo malgaste; por eso existen diferentes técnicas de retención de la eyaculación. No nos extenderemos más en éste asunto, que debe tomarse seriamente. Baste decir que la técnica básica de REN DAN es la llamada Nueve-Uno, y que las posiciones más importantes según el clásico Sunüjing (Canon de la Chica Blanca) son: dragón retorciéndose; paso de tigre; cigarra buscando; tortuga irguiéndose; fénix aleteando; pez acepta al unicornio y grullas entrelazando sus cuellos.
c- TI DAN Elixir de la Tierra. En esta versión, la energía se recibe directamente de la "Madre Tierra", en forma de alimentos o de complementos especiales en forma de infusiones, tés, decocciones, etc. Cada alimento aporta, además de los nutrientes que le son específicos, cierta cantidad de energía que se polariza para ser utilizada por un órgano en concreto, o que produce un tipo de efecto concreto sobre la circulación energética. Así, por ejemplo, los alimentos picantes (ajo, pimienta, cebolla, canela, jengibre, menta) se dirigen energéticamente al pulmón; los ácidos (cítricos, vinagre) al hígado; los amargos (café, endibia) al corazón; los dulces (miel, azúcar, dátiles, uvas pasas) al bazo; los salados (pescado, algas, sal) al riñón. Se tiene muy en cuenta equilibrar los colores, las texturas y los sabores de los alimentos, para evitar excesos o insuficiencias en alguno de ellos, puesto que podrían provocar o agravar alguna enfermedad, desequilibrando la circulación de energía y perturbando el trabajo alquímico del estudiante. Este es un buen momento para señalar que las teorías dietéticas taoístas no tienen nada que ver con la macrobiótica u otros regímenes especiales, sin embargo, tiene una absoluta coherencia interna y sus resultados terapéuticos son espectaculares.
En resumen, las tecnologías de las Cinco Artes Taoístas constituyen una inestimable ayuda en el camino hacia la auto-evolución, sirviendo para que el/la estudiante pueda analizar, a modo de escáner energético, su propia personalidad o la de los demás en un momento dado, acelerando el progreso hacia una visión más espiritual del mundo. Podría ser, sin duda, un complemento perfecto para los practicantes sinceros de las artes marciales chinas.
Escrito por: Jordi Vilà
Bibliografía:
- La Puerta del Dragón. Chen Kaiguo & Zheng Shunchao
(versión de Thomas Cleary). Editorial EDAF (Madrid, 1997) ISBN 8441402469
- Las Crónicas del Tao. Deng Mingdao. Libros de la
Liebre de Marzo (Barcelona, 1998) ISBN 8487403352